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FRANCIA, DE LOS AÑOS OSCUROS A LA LIBERACIÓN.
Este capítulo es fundamental para entender el salto cualitativo que supone para Baltasar Lobo su incorporación a la escena artística francesa. Son determinantes su amistad con Picasso (que le ayuda a salir del campo de concentración y a establecerse en París), con Georges Braque o con su colega Henri Laurens. Tras unos años de tanteos en clave muy cotidiana, el final de la década del cuarenta, en que comienza a veranear en la Costa Azul, es el del descubrimiento de una serie de motivos (el principal: el cuerpo femenino) que desarrollará en su obra de madurez. En esta etapa se inscribe por lo demás su primer encargo público, el único monumento francés dedicado a la contribución española a la lucha contra el ocupante nazi, un encargo de la ciudad de Annecy. En el campo del libro ilustrado, destaca, en 1953, su edición de Platero y yo, una de las obras maestras de Juan Ramón Jiménez. Tanto en su obra escultórica, como en sus trabajos de ilustración y en su obra sobre papel, se aprecia la fuerte presencia de la patria dejada atrás. Baltasar Lobo, por lo demás, participa de la vida política del exilio, como lo prueba su presencia en las filas de la Unión de Intelectuales Españoles (UIE), o su participación en diversas colectivas de signo republicano y antifranquista, entre las que destacan la de Praga de 1946, y la que en homenaje póstumo a Antonio Machado se celebró en el París de 1955, en la Maison de la Pensée Française.
Selección de obras:
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FRANCIA, DE LOS AÑOS OSCUROS A LA LIBERACIÓN.
Este capítulo es fundamental para entender el salto cualitativo que supone para Baltasar Lobo su incorporación a la escena artística francesa. Son determinantes su amistad con Picasso (que le ayuda a salir del campo de concentración y a establecerse en París), con Georges Braque o con su colega Henri Laurens. Tras unos años de tanteos en clave muy cotidiana, el final de la década del cuarenta, en que comienza a veranear en la Costa Azul, es el del descubrimiento de una serie de motivos (el principal: el cuerpo femenino) que desarrollará en su obra de madurez. En esta etapa se inscribe por lo demás su primer encargo público, el único monumento francés dedicado a la contribución española a la lucha contra el ocupante nazi, un encargo de la ciudad de Annecy. En el campo del libro ilustrado, destaca, en 1953, su edición de Platero y yo, una de las obras maestras de Juan Ramón Jiménez. Tanto en su obra escultórica, como en sus trabajos de ilustración y en su obra sobre papel, se aprecia la fuerte presencia de la patria dejada atrás. Baltasar Lobo, por lo demás, participa de la vida política del exilio, como lo prueba su presencia en las filas de la Unión de Intelectuales Españoles (UIE), o su participación en diversas colectivas de signo republicano y antifranquista, entre las que destacan la de Praga de 1946, y la que en homenaje póstumo a Antonio Machado se celebró en el París de 1955, en la Maison de la Pensée Française.