La galería internacional David Lévy, con sede en París (Francia) y Bruselas (Bélgica) ha profundizado en la amistad tejida entre el escultor español Baltasar Lobo (1913-1993) y el pintor francés Marice Estéve (1904-2001) a través de la exposición “Lobo-Estéve”, que se ha desarrollado el pasado mes de noviembre en el Grand Palais Éphémère de París. La elección de la obra de los dos artistas no ha sido baladí: se trata del tercer gran encuentro entre Lobo y Estéve después de trabajar juntos en dos momentos históricos diferentes durante el siglo XX, un aspecto al que ha sacado partido la firma franco-belga con una propuesta llena de belleza.
La prestigiosa pinacoteca señala que Lobo y Estéve se conocieron en el Salon de mai (Salón de Mayo) de París en el año 1945, un espacio dedicado a la vida artística durante la guerra. A continuación, ambos artistas pudieron trabajar juntos en la capital francesa bajo la representación de la galería Villand et Galanis. La oportunidad de llevar a cabo proyectos codo con codo generó entre ambos una estrecha amistad, según afirma la galería, basada en “el respeto y la admiración mutuos”. Pero no fue la única ocasión en la que se vieron las caras en el ámbito profesional, porque en 1967 la firma suiza Neue Galerie de Zurich vuelve a reunir la obra de ambos. De ahí que la galería David Lévy haya pensado que era buena idea volver a reunir a ambos genios, aunque fuera ya de forma póstuma.
Junto a una extraordinaria selección de piezas de Baltasar Lobo, la galería ha acompañado la muestra con la biografía del autor español. David Lévy se centra expresamente en la llegada de Lobo a París, tras su paso por la frontera de los Pirineos y los campos de reclusión de Argelès-sur-Mer. “Sin hablar una sola palabra en francés, se encuentra con Picasso, que apoya a los refugiados españoles y los hace partícipes de su generosidad y amistad; lo ayudará especialmente a conseguir los papeles”, apuntan en los datos vitales de Lobo, haciendo especial hincapié en el papel de Picasso con los artistas españoles y, muy especialmente, con Lobo.
“Fléchine, una fotógrafa libertaria rusa que se había fijado en los dibujos de Lobo en las publicaciones anarquistas españolas le ayuda a encontrar un estudio en Montparnasse, el de Naum Gabo, que deja entonces París por Londres. Tras los horrores de la guerra, París le ofrece a Lobo un “banquete” artístico con sus galerías y sus talleres de artistas”, señalan en la biografía. A continuación, a través del catálogo, la galería apunta los datos más relevantes de la vida y obra del pintor francés Maurice Estéve, considerado uno de los mayores talentos del siglo XX, maestro de la pintura y la acuarela.
Accede a la virtual de la exposición «Lobo-Estéve».
